"En la escuela" soñamos la escuela


En la escuela compartimos.
En la escuela construimos, creamos, inventamos.
En la escuela soñamos y hacemos que otr@s sueñen.
En la escuela nos relacionamos con otr@s. En la escuela somos gracias a los otr@s.
En la escuela aprendemos a leer el mundo y a nosotr@s mismos.
En la escuela crecemos como personas.
En la escuela aceptamos y esperamos a los demás con los brazos abiertos.
En la escuela nos sentimos aceptad@s y felices.
En la escuela tenemos palabra.
En la escuela decidimos.
En la escuela aprendemos y nos divertimos.
En la escuela ...

"En la escuela" es un blog de reflexión sobre la propia escuela.
"En la escuela" iremos compartiendo nuestras reflexiones sobre qué pasa en la escuela, qué nos hace caminar hacia adelante y sobre qué nos mantiene estancados o incluso a veces hasta retroceder.

En la escuela y "En la escuela" soñamos y trabajamos por una escuela mejor.




Papel mojado

Tener un proyecto educativo consensuado y compartido en el centro es fundamental. Tenemos que tener claro qué buscamos, hacia dónde y cómo vamos. Tenemos que tener claro qué escuela nos gustaría: qué enfoque metodológico queremos seguir, qué nivel de participación van a tener nuestras familias, cómo vamos a evaluar, cómo y quiénes toman las decisiones, cómo se deciden y definen los presupuestos económicos del cole, qué ideas sobre el aprendizaje y sobre cómo se aprende tenemos…

Todas estas ideas que pueden resultar más o menos coherentes sobre el papel (aunque en ocasiones no llegan ni siquiera al mismo), muchas veces se quedan allí.

Tenemos que creer en las ideas y establecer las condiciones necesarias para que todas ellas se den.

A veces no se convierten en realidad simplemente porque no nos las creemos, otras porque no se nos permite construir juntos (faltan tiempos para compartir y crear), otras porque los presupuestos del colegio no respaldan las medidas que se plantean, otras porque la rutina y las costumbres pueden más que ellas, otras por comodidad, otras porque el día a día nos puede, otras por miedos que llevan a oponer resistencias férreas.

El camino parece sencillo. Empecemos por creernos las ideas y generemos espacios para el diálogo y el análisis de lo que hacemos y de cómo lo hacemos. Tengamos actitud de escucha y de construcción compartida. Y por supuesto, tengamos buena memoria: no nos olvidemos de las ideas.